
“Tras varios meses de huelga en demanda de aumentos salariales, las comisiones representativas de trabajadores en las empresas en lucha habían convocado una jornada de paro general en Vitoria-Gasteiz. Durante los sucesos del tres de marzo de 1976, cinco trabajadores resultaron muertos a manos de la policía. Begoña, una joven de clase media, vivirá en primera persona aquellos hechos que sacudieron “una ciudad donde nunca pasa nada”. En un conflicto cada vez más enconado, tanto ella como su familia tendrán que elegir de qué lado situarse. Finalmente, tras la masacre, Begoña, la ciudad, y el conjunto del país, no serían nunca más los mismos”.
Bajo esta sinopsis se presentaba hace ya un año ‘Vitoria, 3 de marzo’, el largometraje dirigido por Víctor Cabaco, producido por Zaramaga Films AIE – Sonora Estudios y Gariza Films, y protagonizada por Amaia Aberasturi, Mikel Iglesias, Ruth Díaz y Alberto Berzal.

«Ha sido la película española número 30 más vista de 2019», cuenta Víctor Cabaco. «Teniendo en cuenta el bajo presupuesto con el que contábamos y que es un film político, estamos muy contentos con el resultado obtenido», afirma. En total, más de 60.000 personas acudieron al cine a ver el largometraje, rodado íntegramente en la capital alavesa durante octubre y noviembre de 2017.
«La acogida ha sido increíble, especialmente en Vitoria, donde estuvo más de tres meses en cartelera«, cuenta Cabaco, quien asegura haber recibido críticas tanto positivas como negativas, «las personas que critican la película lo hacen desde un punto de vista ideológico y político. Nosotros hemos intentado narrar los hechos de forma objetiva. Las opiniones positivas han sido muchas más, siempre resaltando los decorados y lo bien que hemos reflejado la época y lo ocurrido».

Víctor asegura que aunque el 3 de marzo es una fecha marcada en el calendario de todos/as los/as vitorianos/as, gran parte del resto del país desconoce aún los sucesos. Una de las razones por las que precisamente Cabaco decidió participar en la película fue porque le tocó vivirlos; su padre trabajaba en Vitoria en aquella época y le contó de primera mano el ambiente y el dolor que caracterizó el momento. «Hay personas que gracias a la película han podido saber qué es lo que pasó, y no solo en España, ya que el largometraje ha viajado a festivales en Rusia y Alemania”, afirma.
El hándicap del cine político
El primer preestreno tuvo lugar en septiembre de 2018 en el Zinemaldia de Donostia y en abril viajó al Festival de Cine de Barcelona-Sant Jordi. “Acudir a festivales te va dando un nombre, se va escuchando acerca de la película y te vas haciendo un pequeño sitio”, explica Víctor. Aún así, asegura que han presentado la película a muchos festivales y que esta resulte seleccionada es “una lotería. Más tratándose de cine político”.
La temática de la película ha resultado ser un “hándicap” para su distribución. Según explica Cabaco, los largometrajes que más triunfan son las comedias “con poco contenido”. Aún así, se muestra más que satisfecho con la recaudación lograda y asegura que tiene “doble mérito”.

‘Vitoria, 3 de marzo’ se ha adaptado a las nuevas plataformas digitales y se encuentra actualmente disponible en Movistar TV, Rakuten TV, Filmin y Vodafone TV. “Ahora mismo estamos atravesando un momento extraño en el cine. Hay directores/as que han apostado directamente por plataformas como Netflix para estrenar sus películas, dejando en un segundo plano las salas de cine. No es lo mismo ver una cinta en una tele o en pantalla grande, difiere bastante. Creo que todavía tiene que cambiar mucho el mercado”, afirma el director.
Vitoria, una ciudad de cine
Víctor Cabaco solo tiene palabras de agradecimiento hacia Vitoria-Gasteiz. Más de 400 gasteiztarras participaron en la película como extras, pero a la convocatoria acudieron hasta 500 personas. El director destaca la comodidad de la ciudad a la hora de rodar, “las ciudades pequeñas tienen más predisposición. Se vuelcan con el rodaje”. Pero para que Vitoria-Gasteiz acoja más producciones, “tiene que haber alguien que arriesgue el dinero. Dependemos mucho de las instituciones públicas, ya que rodar es muy caro. Son nuestro motor para poder llevar a cabo nuestras ideas”.

Durante estos días próximos al 3 de marzo, Víctor impartirá varias charlas sobre la película y los acontecimientos ocurridos hace ya 44 años. El estreno de la cinta ha servido como recordatorio y ha puesto en boga los sucesos, aunque políticamente no se han dado pasos hacia delante. “Aún tengo una espina clavada, y es que no se haya juzgado a nadie, que todo continúe en el limbo. Es para mí lo más grave de todo”.