«Mi trabajo es dar un valor social a la cultura y acercarla a la sociedad». Así define la gasteiztarra Leyre Martinez su trabajo como mediadora cultural, una profesión que descubrió tras estudiar Historia del Arte. «Me di cuenta de que todos los conocimientos no tenían sentido si luego no se acercaban a la realidad que tengo alrededor. Empecé entonces a interesarme por la educación artística y por metodologías de innovación educativa. Ahí entendí que había más personas con las mismas inquietudes que yo y descubrí que existía una profesión que se ajustaba a mis intereses», cuenta.
Comenzó entonces a formarse mediante cursos, talleres y seminarios especializados en educación y mediación en museos e instituciones culturales. También realizó varios cursos sobre metodologías artísticas como Art Thinking. «Creo que además es importante el trabajo de campo y tu propia experiencia personal», afirma.
Ha trabajado como mediadora cultural en itinerarios histórico-artísticos de Vitoria-Gasteiz y en la Catedral de Santa Maria. Actualmente desempeña su trabajo en ‘Espacio Artemisa‘, una asociación de artistas y gestores culturales dedicados a la educación artística integral en el tiempo libre y al apoyo del arte local joven en Portugalete. «El trabajo de mediación es necesario para dar voz al arte; si acallamos esas voces nos quedamos sin una parte de la historia, y se pierde significado y valor».