Detrás de la mesa de Dj la vitoriana Isabel de Arza se transforma para dar vida a su AKA: Bihotza. Un nombre sin género, que no etiquete sus sesiones. Para ella la pista es un espacio sin géneros, donde todo el mundo puede sentirse libre y expresarse cómo es.
Diseñadora de interiores de profesión se introdujo en la música electrónica de manera paulatina, practicando y disfrutando del proceso. Cada sesión era para ella una nueva práctica, descubrir nuevos sonidos e ir educando su oído hacia los sonidos que ahora busca y encuentra casi de forma innata.
Amante de la música, siempre se ha movido en ambientes muy musicales, ha ido a innumerables conciertos, festivales y sesiones. Escucha mucha música, jazz, americana, folk, post rock o post punk, entre otras. Así lo refleja en sus sesiones, donde podemos encontrar desde sonidos más urbanos como trap o hip hop, hasta sonidos más folks, que quizás no son electrónica, pero que entran en su discurso de la electrónica.
Isabel encuentra en la electrónica una herramienta de transformación social y cultural que rompa estereotipos y donde se entienda la electrónica como generadora de cultura. A pesar de no gustarle las etiquetas, la “electrónica social” es una definición con la que se siente a gusto y a través de la cual puede expresar su discurso y permite que, quienes asisten a sus sesiones, puedan conectar consigo mismos/as y con quienes les rodean. Bihotza abre una puerta a la creación de entornos donde personas adultas, jóvenes y público infantil puedan compartir determinados momentos, música y experiencias.