Mortadelo y Filemón, Matilda, Batman y su propia madre, quien despertaba a Txabi Arnal (Ermua 1967) cada mañana con las aventuras y desventuras de la Ratita Presumida, son los culpables de su pasión por la literatura. «Siempre he sabido que me encantaba escribir, y ser profesor fue lo que influyó para que me animara con la literatura infantil» afirma.
Arnal reside desde hace años en la capital alavesa, donde imparte clases de Literatura Infantil y Juvenil en la UPV-EHU. Sus libros han sido seleccionados por los ‘White Ravens’ y por el Banco del Libro de Venezuela, habiendo obtenido además el Premio Vittoria Samarelli en 2012.
Sus aventuras cruzan este año el Atlántico para llegar a los colegios de Chile, donde han incluido su cuento ‘Roni’ dentro del Plan Nacional de Lectura. «Ha sido una noticia increíble. Más de 10.000 niños/as van a poder disfrutar con una de mis historias» cuenta Txabi.
Para Arnal el ingrediente principal de un buen libro es el humor, «pero lo hemos perdido», afirma, «el querer que todo sea didáctico nos ha robado el humor, y una sociedad sin humor es una sociedad enferma. Lo mismo pasa desgraciadamente con la literatura infantil».